Por: José Hernán Osorio ( Docente Biología Bto)

​

​

El Estudiante Evaristiano siempre se ha identificado por su alegría,

colaboración, participación y sobre todo por su aporte al arte y la cultura.

De igual manera el Maestro Evaristiano por su don de gente, su entrega,

su espíritu aguerrido y su resiliencia le han identificado.

 

Ante el olvido estatal /SEM), la desidia con que han tratado las diversas

problemáticas y, sobre todo, los abruptos y continuos cambios que han

generado más daño que bienestar; la comunidad Evaristiana se ha

mostrado atenta a aportar, generar controversia y afrontar los cambios

con estoicismo.

​

Hoy que tenemos un Rector en propiedad, quien se encuentra atento a afrontar y enfrentar las diversas adversidades que se presentan día a día; aunque tenemos identidad, carecemos de una identificación. De hecho, nunca se ha tenido.

En el hoy demolido, muy querido y añorado, edificio; la casona de amplios arcos, de altos y derruidos techos, de frescura arbórea, de trinos de pájaros y chillidos de gavilanes; la identificación era un derruido letrero en donde se alcanzaba a leer que era la de una Escuela y no una Institución Educativa. Por lo menos quedaba el nombre. Desde allí se podía palpar la pobreza de la misma y el paupérrimo presupuesto que nos dejaba el Estado. Desde allí se evidenciaba ya una falta de un elemento de identificación ante la comunidad. Ni qué decir en la parte exterior. Una pared blanca, llena de letreros y grafitis callejeros era la identificación nuestra. Un tablero de avisos que, en el mejor de los casos llevaban semanas sin cambiarse.

 

Y hoy que la SEM tiene a estudiantes y maestros hacinados en una sede alterna, donde no se conduele del calor, el ruido y la estrechez, donde se tiene “regados” a directivos y administrativos, ese elemento de identificación NO existe. Quien pretenda llegar a esta sede deberá preguntar por el colegio Americano, o dónde queda la Iglesia Presbiteriana. En el peor de los casos se ubicara por el Motel que queda diagonal a la misma.

 

Nunca podrá preguntar por la Institución educativa Evaristo García, pues aun ahora no se cuenta con un aviso, un logo ni una indicación  que indique que es allí y no en otro lado donde nos encontramos.

 

En la SEM, que olvidó y no tiene en cuenta, mostrar la identificación de la Institución, la Comunidad que no reclama y las exiguas finanzas con que (no) se cuenta, nunca permitirán tener, al menos, un aviso que informe a los transeúntes, vecinos y comunidad en general, que allí esta nuestro colegio.