EL EFÍMERO TIEMPO DE LA POLISOMBRA EVARISTIANA
- Zona Evaristiana Virtual
- 6 dic 2022
- 2 Min. de lectura
Gustavo Adolfo Rugeles Payán.
Estudiante de undécimo.
En la tarde del miércoles 3 de agosto del 2022, fue retirada la polisombra, a causa de los daños que le produjo una fuerte lluvia que se desarrolló en la zona.


Sorprendidos estaban los estudiantes de la Institución Educativa Evaristo García, al ver que de un día a otro la polisombra desapareció, puesto que al finalizar la jornada única estaba en buen estado.
La polisombra, una malla utilizada con el fin de permitir una adecuada circulación de aire en los invernaderos, regular el calor y la humedad, por ende, se usó en la cancha de la institución esperando ejecutar los mismos propósitos, agregando uno más; proteger de los rayos directos del sol a los estudiantes.
Tras la reciente construcción de la sede principal, se tenía previsto, dentro de los planos, la inclusión de una polisombra en la cancha. Aproximadamente 8 meses después fue instalada la esperada malla, cuya estadía en la institución no duraría mucho, pues su tiempo en aquel lugar fue de casi 2 meses.
El miércoles 3 de agosto de 2022, alrededor de las 4 p.m. se dio origen a lo que se conoce en el sector como un “aguacero”, al comenzar, no tenía nada de especial y su brisa era parecida a la del rocío de la mañana, pero conforme pasaron los minutos se fue intensificando, aunque no lo suficiente para alertar a los estudiantes o maestros. Aún estando en su clímax, no se esperaba que la lluvia provocara algún accidente o daño en la institución.
Para la polisombra no fue una simple brisa, ya que en ese momento empezó a dañarse, “…ese día nosotros estábamos en un consejo de padres… y cuando vimos cómo se rasgó primero la del poste de la esquina, cerca al ascensor, apenas se rasgó esa, empezaron a rasgarse otros, cuando menos pensamos, eso estaba rasgado todos los puntos de amarre…” describió César Augusto Castrillón Aroca, Rector de la sede educativa.
Aclarando que la calidad era buena, indudablemente la falla estuvo en la instalada, pues debido a la negligencia de los trabajadores al momento de poner la polisombra, ésta no resistió el ventarrón, “…habían partes mal cosidas y cuando vine a revisarla le vi huecos… la polisombra estaba más templada de un lado que de otro…” agregó el Rector, a los posibles desencadenantes de éste problema con la malla sombra.
Para finalizar, la inesperada situación no es una pérdida de recursos para el colegio, como todos saben, estos trabajos vienen con una garantía, por lo tanto, la sede no deberá pagar por la polisombra. Según el Rector, se tiene planeado poner otra en el mismo lugar, siempre y cuando se tengan en cuenta los parámetros de seguridad que deben ser ejercidos al instalarse.
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